5 modern art trends: Anna Kostritskaya on digital innovation and creativity

5 tendencias del arte moderno: Anna Kostritskaya habla sobre innovación digital y creatividad

Anna Kostritskaya es una artista mundialmente reconocida, cuyas expresivas obras abstractas han sido celebradas en numerosos eventos artísticos internacionales, como los de Viena, Dubái, Venecia, Basilea, Londres y París. Su arte ha aparecido en prestigiosas publicaciones como British Vogue, Tatler y GQ. Conocida por su vibrante estilo contemporáneo, Anna destaca tanto en la pintura tradicional como en el arte digital, incluyendo proyectos NFT, redefiniendo los límites de la creatividad moderna. A partir de ahora, sus cautivadoras pinturas estarán disponibles exclusivamente en la aplicación InkPoster™, ofreciendo una oportunidad única de experimentar su arte en formato digital.

En exclusiva para InkPoster, Anna Kostritskaya comparte sus conocimientos sobre las últimas tendencias en arte, analiza el impacto de la tecnología en la creatividad y explica por qué cree que el futuro está en los formatos digitales para almacenar y exhibir arte.

Digitalización: la tendencia clave en el arte moderno

Soy una artista que tradicionalmente trabaja con óleo, textiles y arena: arte offline, artesanía práctica. Pero para mí, el arte empezó a cambiar drásticamente durante la pandemia de COVID-19. Fue entonces cuando surgieron las galerías en línea, los museos virtuales y las exposiciones digitales. En 2020, presenté mi primera exposición en línea: una proyección 3D de un espacio virtual donde los visitantes podían explorar las obras de arte desde casa.

A lo largo de 2021, trabajé en un gran proyecto de NFT, cuando los NFT eran prácticamente desconocidos. El concepto de mi proyecto se basaba en la idea de que, tras pasar tanto tiempo aislado en casa, el arte en sí mismo inevitablemente evolucionaría y se convertiría en formatos digitales.

Ese año, me sumergí profundamente en el tema: estudié el Metaverso y exploré cómo los artistas podían adaptarse y evitar verse eclipsados ​​por el auge del arte digital. Al fin y al cabo, en el mundo actual hay una sobresaturación de todo, incluido el arte físico. La gente simplemente no tiene suficiente espacio para almacenar o exhibir obras tradicionales. Claro que, si hablamos de obras de inmenso valor de artistas famosos, suelen almacenarse en el extranjero o en instalaciones seguras, como aeropuertos.

Mientras trabajaba en mi proyecto de NFT, discutí frecuentemente con expertos el reto de exhibir arte en casa. En otras palabras, es importante que una persona pueda mostrar el arte que compró en una subasta de NFT, o incluso cuadros de Manet, Delaunay o Picasso que tenga en su colección. A los coleccionistas, sobre todo, les encanta compartir las historias detrás de sus adquisiciones: cómo lucharon por una pieza en una subasta o la historia detrás de cómo Picasso la creó. Quieren presumir: "¡Miren lo que tengo!".

Y ahí es donde entra en juego un formato como InkPoster: algo portátil, versátil y capaz de dar vida a tu colección. Es una idea increíble. Con InkPoster, puedes alternar entre obras de arte y exhibir con orgullo tu colección cuando quieras. En 2021, no había nada igual.

Inteligencia artificial: el logro más prometedor de la digitalización

La IA es, sin duda, una parte integral de la digitalización, pero creo que merece especial atención por sí misma. Contamos con herramientas como ChatGPT y MidJourney, ¡y ahora parece que cualquiera puede ser artista! Es exactamente lo que me parece. Por ejemplo, tengo un amigo neoyorquino que es marketero. Se ha estado adentrando en este campo y, sinceramente, ya se le podría llamar un artista moderno. Con MidJourney, crea imágenes de sí mismo en diversos roles, creando contenido de arte contemporáneo.

Otra función importante de la IA es su capacidad para hacer que el arte sea más accesible para las personas con discapacidad. Por ejemplo, la IA puede describir una pintura a una persona con discapacidad visual, ayudándola a experimentar el arte de maneras antes inimaginables. Gracias a tecnologías como la realidad virtual, las personas pueden acceder a información, visitar museos y asistir a exposiciones de realidad virtual. Muchos artistas utilizan la realidad virtual en museos para enriquecer sus exposiciones. Hoy en día, cualquiera puede explorar colecciones de arte desde la comodidad de su hogar.

Ecología y cambios globales

La ecología sigue siendo un tema de constante actualidad. Desde el reciclaje de plástico hasta el calentamiento global, estos temas se entrelazan cada vez más con el arte. Por ejemplo, el artista Olafur Eliasson lleva icebergs a las ciudades, permitiendo que se derritan, como una poderosa declaración sobre el cambio climático.

Creo que, con el tiempo, nos alejaremos de los lienzos tradicionales en las paredes, aunque no puedo decir cuándo ocurrirá. Podrían pasar 5, 10 o incluso 20 años. Pero ya vemos señales que apuntan en esta dirección. Por un lado, están las protestas en lugares como la Tate, el MoMA y la National Gallery, donde ecoactivistas vierten pintura sobre obras de arte para llamar la atención sobre las preocupaciones ambientales. Por otro lado, la situación global es incierta, y parece probable que la gente intente minimizar sus posesiones. Quizás casas de subastas como Christie's y Sotheby's sobrevivan, exhibiendo solo las piezas más exclusivas, pero ni siquiera eso está garantizado.

Pintar, por mucho que me guste, se está volviendo cada vez menos práctico en la vida moderna. Transportar 30 obras de un lugar a otro, o incluso de un país a otro, es un desafío enorme, y eso lo hace un artista, no un coleccionista. Quienes tienen grandes colecciones necesitan instalaciones de almacenamiento especializadas, como almacenes en el extranjero o aeropuertos.

La solución ideal, y creo que a la que finalmente nos trasladaremos, son los carteles digitales. Nos permiten transportar fácilmente colecciones enteras y garantizar que no se pierda nada, incluso en caso de desastre, ya sea un incendio, una inundación o cualquier otra calamidad. Los carteles digitales preservan el arte como un activo valioso, a la vez que abordan los desafíos logísticos y ecológicos de los formatos tradicionales.

Guerra, política, activismo y responsabilidad

La guerra me ha afectado de una forma inesperada. En lugar de reflejar la oscuridad que me rodeaba, recurrí al escapismo y comencé a crear obras brillantes y coloridas, casi como una forma de protegerme del caos que nos azotaba. Antes de la guerra, mis pinturas eran más dramáticas, con tonos oscuros y negros. Ahora, se han vuelto casi abrumadoramente vívidas. Pero incluso en estas obras brillantes, todavía percibo cierta pesadez. No son simples ni ligeras en su significado. Para mí, esta serie es profundamente compleja.

La tendencia a enfatizar el activismo y la concienciación en el arte es especialmente prominente en Ucrania, lo cual tiene sentido dadas nuestras circunstancias. La guerra ha obligado a la gente a alzar la voz, y quienes crean arte que aborda estas realidades están haciendo algo verdaderamente poderoso. Tenemos muchos artistas increíbles trabajando en esta dirección. Por ejemplo, Zhanna Kadyrova, quien siempre ha abordado temas sociales y políticos relevantes a través de su arte. Pero este enfoque no es nuevo; siempre ha habido artistas de talla mundial como Ai Weiwei, Marina Abramovic y Banksy, que abordan los problemas sociales y políticos actuales y los reflejan a través de su obra.

Esta tendencia existe desde hace mucho tiempo. Sin embargo, ahora, debido a los cambios mundiales —con la COVID-19, las guerras y otras crisis—, cobra aún más urgencia. El mundo parece contraerse, preparándose para un cambio. En cualquier caso, habrá una reorganización del panorama global; todos lo intuimos. Y los artistas, al ser personas emocional y mentalmente sensibles, lo transmiten de forma natural a través de su arte.

Como resultado, cada vez más artistas se centran en temas sociales y políticos actuales y se involucran en el activismo. El arte activista siempre ha tenido mucha demanda y se vende bien. Las piezas que abordan temas de actualidad suelen atraer a coleccionistas, estrategas políticos y abogados. Casi siempre hay una fila de compradores para este tipo de obras.

Arte figurativo, significado y espiritualidad

Recientemente, el arte se ha alejado de la abstracción y se ha vuelto más figurativo. Antes, se centraba más en la abstracción y los impulsos internos. Ahora, los artistas presentan imágenes más personales e introspectivas.

En las galerías de Londres, el arte figurativo está omnipresente. Gran parte de él evoca la espiritualidad o explora mundos únicos creados por los artistas. El regreso al arte figurativo, con imágenes claras y definidas, se ha convertido en una de las tendencias clave del arte contemporáneo. Muchos artistas están revisitando y reimaginando temas clásicos, como los del Renacimiento, dándoles un toque moderno y expresándolos con sus propios estilos únicos. Este tipo de reinterpretación es muy relevante en estos momentos.

El hiperrealismo sigue siendo popular —siempre se ha vendido bien—, pero no es tan común como se podría pensar. En cambio, veo emerger una especie de libertad figurativa. Recuerda a lo que Basquiat representó en su día, o a las imágenes que se veían en las puertas de los garajes, pero ahora está evolucionando hacia formas más suaves, brillantes y exageradas. Existe una increíble diversidad entre los artistas actuales. Hace tiempo que dejamos atrás la época en que un estilo único y dominante definía una era. Terminó con el Art Nouveau, cuando existía una estética unificada: todo parecía un póster de Alphonse Mucha, y eso era todo. Ahora no hay reglas. Cada uno crea a su manera. Puedes ser quien quieras como artista. La clave es ser fiel a ti mismo y no perder tu individualidad.

Pero las fronteras entre los estilos artísticos también se han difuminado con el tiempo. Si se rastrea la historia del arte, se observa su evolución. Al principio, los artistas se limitaban a representar únicamente figuras religiosas, luego reyes, después nobles y, finalmente, gente común, como lavanderas. Fue revolucionario cuando la vida cotidiana empezó a aparecer en el arte. A partir de ahí, las posibilidades siguieron ampliándose.

Ahora, nada puede impactarnos de verdad. Podrías entrar en una galería y ver un trozo de carne podrida en exhibición. Así es el mundo en el que vivimos.